Eso mismo pensamos el día que descubrimos a José Antonio Roda, un chico de Cornellà (y a mucha honra) que decidió trasladarse a Madrid para hacer lo que más le gusta: dibujar, como él mismo dice, aunque detrás de la obra de este diseñador gráfico con tanto desparpajo hay mucho más.
Menos mal que la casualidad lo llevó a hacerse un huequito en el mundo del arte, porque tanto derroche de talento no podía quedarse entre las cuatro paredes de su habitación. José Antonio Roda es frescura, color, sorpresa, simplicidad, alegría, líneas puras y autenticidad. Una explosión de sensaciones vivas.
Y es que este apasionado de la ilustración ha sabido encontrar su forma de expresarse con sus propias manos no solo con sus famosos platos si no también, sobre materiales tan distintos como la cerámica, la madera, la tela y la cartulina, e incluso es capaz de echarle un pulso al bisturí mientras se divierte con lo que hace.
Entre sus creaciones, destacan retratos folclóricos, mitos de todos los tiempos (de ayer y de hoy oiga) y reinas de la copla. Un abanico de lo más variopinto con aires pop capaz de alegrar cualquier rincón.
Pero, si quieres conocerlo mejor y ponerte al aparato con José A. Roda directamente y sin intermediarios, aquí te dejamos su fantástica entrevista. Lo nuestro con él ha sido amor a primera vista y nos declaramos tan fans suyos como él de las York´eso, porque además, no para de hacer más y mejores cosas cada día, ¡lee, lee!
¿Cuándo descubriste que querías dedicarte al dibujo?
Hace relativamente poco. Siempre me ha gustado dibujar y es algo que he hecho desde pequeño, pero nunca pensé que me podría dedicar a ello. Siempre he sabido que tenía que trabajar en algo relacionado con la comunicación, el arte y la cultura. Me licencié en Comunicación Audiovisual y después estudié un posgrado de diseño gráfico aplicado a la comunicación, pero no fue hasta que me mudé a Madrid, en el año 2013, cuando empecé a dibujar más a conciencia. Al principio lo hacía como puro entretenimiento, porque estaba sin un duro y sin trabajo. Poco a poco, a base de mucho esfuerzo y sacrificio, tres años después estoy dedicándome al dibujo y es algo que me hace muy feliz.
Tu creación preferida y por qué razón.
Sería muy complicado e injusto quedarme solo con una. Le tengo mucho cariño a las Mujercitas, una serigrafía gigante llena de caras de mujeres… Aunque no creo que sea mi preferida. Mi preferida quizás es una pintura pequeñita y muy sencilla que pinté este verano en la que aparecen dos amigas bañándose en la playa. Se llama Las bañistas. También me siento muy orgulloso de haber parido a las Roda Dolls, unas muñecas de madera de pino pintadas a mano. Creo que es lo más cerca de la maternidad que voy a estar jamás.
Siempre digo que mi estilo es sencillo, colorido, infantil y sin muchas pretensiones. Tiene un toque antiguo y también le veo un punto fresco, ligero, algo así como un poco mediterráneo. Sobre todo me gusta que haya juego en el ejercicio de la pintura. Pasármelo bien pintando. Cuanto más se parezca el proceso a una clase de plástica de las que nos daban en el cole, mejor. Supongo que divertido sería un adjetivo que podría definir mi estilo.
Una red social.
Instagram. Definitivamente ha cambiado mi vida y mi trabajo. Además, creo que ha servido para crear nuevos lenguajes y formas de comunicar. Me parece muy útil y entretenida. De todas formas, las redes sociales me interesan solo como herramienta laboral. Creo que se le da más valor a lo online que a la realidad misma… Una pena. Siempre digo que la realidad sucede en 3D y no en 3G.
¿Cómo se te ocurrió la idea de plasmar tus obras en platos de cerámica?
No fue exactamente plasmar mis obras en platos de cerámica. Lo que sucedía es que directamente pensaba en el plato. Dibujaba para hacerlo en plato. Lo hice porque me parecía muy atractivo, era lo más parecido a diseñar un objeto que podía hacer. Hice un curso de estampación sobre cerámica y me puse manos a la obra. Ahora que ha pasado el tiempo y miro hacia atrás, también creo que me sentía a salvo dentro de la redondez del plato y que me asustaba ir a más, hacer otras cosas. Por suerte, gracias a que he seguido trabajando, ya no me da miedo pasar de los 20 cm de diámetro ni trabajar con papel, cartulinas, pinturas, maderas, etc. Es más, todo lo contrario, el plato ahora se me queda pequeño. Estoy deseando pintar paredes. Mi sueño sería pintar una pared en mi pueblo para que la viesen mis familiares y amigas mientras yo vivo en Madrid.
Platos de cerámica con retratos dibujados de Alaska, Amy Winehouse, Bowie, Frida Kahlo y hasta el mismísimo Michael Jackson. Confiésanos… ¿cuál es tu preferido y cuál el top ventas?
El top ventas es Frida. Frida y Bowie se venden solos, se han vendido solos y se venderán solos los dibuje yo los dibuje quien sea. Por eso no lo siento como mérito mío, aunque lo haya hecho yo. Mi plato preferido no es de personajes, es uno en el que aparece dibujado el torso de una mujer.
Eres de Barcelona, pero actualmente vives en Madrid. ¿Qué te llevo a tomar esa decisión y qué es lo que más echas de menos de tu ciudad natal?
Por aquel entonces, en Barcelona no encontraba mi sitio profesional ni tampoco emocional. Sentía que Madrid era la ciudad a la que tenía que ir para ser realmente yo mismo. Madrid era la oportunidad de volver a empezar. Han pasado algunos años y he aprendido que, al final, Madrid es una ciudad y punto. Ese yo mismo que vine a buscar no estaba en Madrid, estaba dentro de mí. De todas formas, laboralmente hablando, a veces parece que aquí es donde suceden más cosas así que aquí estoy. De mi Cornellà echo de menos todo. Ser del Baix Llobregat es gloria bendita. Echo de menos a mi familia y a mis amigas, un buen plato de patatas bravas, ver atardecer desde la terraza en casa de mis padres, pasear por la playa del Prat…
Si tuvieras que pintar con solo dos colores, ¿cuáles serían y por qué?
Suelo utilizar cuatro o cinco colores, así que reducirlo a dos me resultaría complicado, pero creo que serían el negro y el amarillo. Me gusta la combinación que hacen. El absoluto contraste. El negro porque es un básico y el amarillo porque siempre mola. Es energía, es luz… ¡Es humor!
En primer lugar, el sistema capitalista del primer mundo. En segundo lugar, mi familia y mis amigas. En tercero, mis miedos, y en cuarta posición, y de ahí en adelante, todos los creadores que me gustan y su obra. Gente como Eduardo Arroyo, Mariscal, Léger, José Pérez Ocaña, la Bauhaus, Haring, Alex Katz, Maruja Mallo, Miller Goodman, Saul Steinberg, Malevich, Girard, Hockney y tantísimos otros. Gente también de otras disciplinas por supuesto.
Cuando trabajas, ¿eres de escuchar música? ¿Cuál es tu grupo preferido?
Siempre. Escucho muchísimas cosas y muy variadas. Como me pasa con los colores, tampoco podría quedarme solo con uno. Me gusta igual una Dusty Springfield que unos Lole y Manuel, una María Dolores Pradera o un Caetano Veloso. Me gusta especialmente la música ligada a la tierra y a las tradiciones, que dependiendo del lugar responderá a un género u otro. Fados, boleros, jazz, flamenco…
Las personas a las que quiero son personas a las que admiro. La gente que se compromete y ayuda a los más débiles también tiene toda mi admiración. Admiro también a esa gente que está buenísima sin hacer ejercicio. Esa gente que come lo que quiere y no engorda. Esa gente.
¿Creíste en tu proyecto desde el principio?
¡No! Ha hecho falta tiempo, trabajo y crecimiento. Mi proyecto no nació como un proyecto. Resulta que mi proyecto soy yo… pero no lo he tenido siempre claro. Ahora sí creo y peleo por mis dibujos como una madre pelea por su hijo, pero me ha costado mucho sacrificio. En la vida moderna no hay tiempo. Todo es inmediato, todo es para ya. Siempre hay algo nuevo, algo mejor, algo diferente. Creo que eso hace un flaco favor al trabajo de verdad, que no es gratuito ni sucede de repente.
¿Quién hay detrás de todo este trabajo?
Pues estoy yo, que soy un currante que le pone muchas horas, muchas ganas, mucha ilusión, mucho cariño y mucha verdad. Ilusión y ganas por hacer cosas bonitas que la gente disfrute y por mejorar y crecer como creador. También hay profesionales que son indispensables para llevar mi trabajo a buen término. Horno, taller de serigrafía, carpintería… Siempre digo que hago todo lo que puedo, pero no lo puedo hacer todo.
¿Cómo te sientes al ver que alguien se ha tatuado un dibujo tuyo?
Aún no los he visto en vivo, solo los he visto en foto, pero es bastante surrealista. Me hace muchísima ilusión. Que gente que no conoces de nada se gaste un dinero en comprar tu obra es fuerte, pero que se la ponga debajo de la piel ya es alucinante. Cuando veo a alguien con un dibujo mío tatuado pienso “Jo, ¡qué guay!” y me dan ganas de hacérmelo yo. Estoy muy agradecido a todo el mundo que aprecia mi trabajo, y al que lo aprecia y se deja los cuartos, más aún.
¿Te ves con tu proyecto el resto de tu vida?
Sí. Absolutamente. Ya está visto que no tiene sentido hacer planes a largo plazo, pero a día de hoy mi respuesta es que sí. Nadie sabe qué va a suceder mañana, pero hoy esto me hace feliz. Estamos aquí un rato y voy a luchar por pasarlo haciendo lo que más me gusta: crear y querer.
Dos descubrimientos.
RuPaul’s Drag Race y las Ruffles York’eso. Dos cosas que han aparecido en mi vida hace relativamente poco y que la han sacudido por completo. ¡Menudo vicio!
Cuéntanos tus planes futuros.
Seguir currando, haciendo cada vez más y mejores trabajos. No voy a decir nada concreto, ¡que luego no sale!
Fotografía: Andrea da Silva @andreadasilva
Aishhhhhh pues ha sido un placer conocerte mejor Jose A. Roda, nos vemos por Cornellá comiendo helados en la Brina. Y vosotros podéis encontrarlo en su web y en su cuenta de instagram.
¡A pasar un buen día!
ez dice
¡Qué bonito descubrimiento ha sido este chico!