Ayer fue un día de locura en el estudio. Pedido arriba, pedido abajo, reuniones, preparación de un millón de cosas nuevas… en el estudio hacemos de todo menos aburrirnos 🙂 Pero nos gusta porque nos va la marcha, aunque reconozco que el cuerpo me pide vacaciones. ¿Sabes de que hablo perfectamente, verdad?
Recuerdo que una etapa muy estresante de mi vida, alguien me dijo que cuando encontrara un momento de paz, de estar bien conmigo misma o un momento que me transmitiera felicidad, cerrara los ojos y me lo grabara en la retina. De ese modo cuando volviera a mi rutina, al jaleo del día a día, a los nervios del directo y a los que hace que la vida sea muy divertida pero a la vez muy rápida (a veces demasiado), con sólo cerrar los ojos me teletransportara a aquel lugar que tanto buen karma y tan bien me hacía sentir. Que viajara sin viajar.
Pues bien, el otro día, tuve la sensación de estar en el lugar que quería estar. Tuve esa sensación de plenitud y bienestar. Y no dudé en cerrar los ojos y grabarme aquella imagen en mi biblioteca de recuerdos para días reguleros o estresantes.
Fue en Formentera, eran las 9 de la noche y el sol y el mar era los protagonistas.
Bueno mentira, no solo ellos, unas cuantas birras y la música de chiringuito de fondo ponían la guinda al atardecer.
Esos ratos que hacen que todo se pare y que nada tenga demasiada importancia.
Sin duda este agosto volveremos a contemplar la magia de los atardeceres de Formentera. No sé si nunca habéis tenido la oportunidad de ver uno, pero os puedo asegurar que un atardecer en Formentera es una experiencia que no se olvida. Ese sol, ese cielo que se te queda grabado en la retina y que cuando cierras los ojos, te salva de preocupaciones innecesarias.
¿Y vosotros, tenéis vuestro momento? Que paséis un feliz día.
I don’t know if you’ve ever had the chance to see one, but I can assure you that a sunset on Formentera is an experience you never forget. That sun, that sky, remains engraved on your retina and stays there for a long time.
Je ne sais pas si vous eu la chance d’en voir un, mais je vous assure que les couchers de soleil à Formentera sont une expérience inoubliable. Ce soleil, ce ciel… Ça reste gravé dans la mémoire durant bien longtemps.
Esos momentos son los mejores. Momentos que quieres disfrutarlos al máximo y que realmente no requieren de mucho: buena compañía, risas, ocnversación tranquila e incluso silencios. Me encantan. Bonito post!
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Me ha encantado el texto y las fotografías son… tan tan bonitas 🙂
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La magia de Formentera! El año pasado fui y me ocurrió lo mismo. Tengo grabado los atardeceres, el ruido del mar… La tranquilidad de la isla y una maravillosa puesta de sol en Es Vedrá, Ibiza, que fue mágica! Recurro a esas imágenes cuando necesito evadirme un poco
Yo sí he podido disfrutar de un atardecer en Formentera, y es realmente genial.
I planned to go t Ibiza this year, so Im very excited about it. But I will be visiting the north of Ibiza, but would also like to see Formentera. My friends who have lived there for years really recommend it. I totally understand about taking time to relax and find peace while having a busy time specially with work, and Ibiza seems like the ideal place to unwind! I love your photos! 😀
Mi momento sin duda y del cual tengo la suerte de disfrutar cada día es cuando llega la noche, siento que todo mi cuerpo está dolorido del estres, la marcha de los niños y el jaleo del trabajo y la casa…Pero a su vez ese cansancio contrasta con el silencio que dejan los peques al dormir y entonces me siento en el borde de sus camitas y respiro fuerte su aroma con los ojos cerrados, y los miro tranquilos y quietos, repaso cada peca, cada gesto de su boca al dormir y siento que mi vida es total y completamente feliz…
Qué gran consejo!!! Cuando vuelvo a momentos de paz es cuando pienso en mis veranos de juventud, donde soñaba y soñaba, contemplando el paisaje, bien fuera la montaña o la playa. Ahora poco tiempo tengo para soñar, como dices tú, ahora todo va demasiado rápido.
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El mío está en Las Negras Almería, espectacular!!
Como soy venezolana y específicamente caraqueña, tengo el privilegio de sólo mirar por la ventana y deleitarme con la vista a la montaña Waraira Repano, también conocida como el Cerro El Ávila. Y otro enfoque de ensueño son los atardeceres de Juan Griego en nuestra Isla de Margarita (estado Nueva Esparta). Se los recomiendo!
Buen día para ti también, Angie 🙂
http://dianamiaus.blogspot.com.es/2014/06/hoy-es-mi-cumpleanos.html
Claro que sí! El mío es pensar en mis veranos en Almería. Cuando mi hermano y yo éramos pequeños y nuestro padre nos llevaba a pescar por las tardes a la playa. No pescábamos ni una bota pero nos quedábamos allí esperando y hablando de tonterías hasta que se nos hacía de noche y nuestra madre nos llamaba para cenar. Era todo muy bonito :___)
las fotos son preciosas y transmiten toda esa paz y bienestar del que hablas. creo que Formentera es una isla especialmente mágica; nosotros fuimos en 2009 y sigue siendo el lugar al que recurro cerrando los ojos para salir del ritmo frenético del día a día 🙂